Marruecos: Un Cruce de Culturas entre el Desierto y el Mar.
Marruecos es un país fascinante donde la historia milenaria, la diversidad geográfica y la riqueza cultural se entrelazan para ofrecer una experiencia de viaje única. Situado en el norte de África, entre el océano Atlántico, el mar Mediterráneo y el desierto del Sahara, Marruecos es un puente entre Europa, África y el mundo árabe, lo que se refleja en su arquitectura, gastronomía, música y tradiciones.
Ciudades Imperiales y Encanto Histórico.
Marruecos alberga cuatro ciudades imperiales —Marrakech, Fez, Meknes y Rabat—, cada una con medinas laberínticas, palacios suntuosos, mezquitas antiguas y zocos vibrantes. Marrakech seduce con su famosa Plaza Jemaa el-Fna, mientras que Fez alberga una de las universidades más antiguas del mundo y una medina considerada Patrimonio de la Humanidad.
En este viaje he visitado tres de ellas, la que ha quedado por ver ha sido Meknes, que ya la he visitado en otras ocasiones.
Naturaleza Desbordante: Del Atlas al Sahara.
La variedad de paisajes en Marruecos es impresionante:
Cordillera del Atlas: Ideal para senderismo, esquí en invierno y visitas a pueblos bereberes tradicionales. En este caso al cruzar el Atlas en verano, hemos tenido un paisaje completamente veraniego, en contraposición con otras veces que lo he cruzado en invierno.
Desierto del Sahara: Una aventura inolvidable con dunas gigantes, paseos en camello y noches estrelladas en haimas. La calor hace que dormir en haimas en verano no sea buena idea, de modo que hemos dejado esta experiencia para otra ocasión. Lo de paseos en camellos, es una turistada de categoría, que hecha en India hace unos años y nada recomendable por su incomodidad, ha sido algo que obviamente me he saltado, de modo que nos limitamos a hacer fotos en las dunas.
Costa Atlántica y Mediterránea: Ciudades costeras como Asilah, Essaouira, Agadir o Tánger ofrecen playas, deportes acuáticos y encantadores paseos marítimos. Las playas de Marruecos son absolutamente fabulosas y éstas ciudades costeras están aumentando su fama con el paso de los años, convirtiéndose en auténticos centros turísticos.
Sabores y Hospitalidad.
La cocina marroquí es un festín para los sentidos. Platos como el cuscús, el tajín, la harira y los dulces de almendra y miel forman parte de una tradición culinaria rica en especias y aromas. La hospitalidad marroquí es legendaria, con el té de menta como símbolo de bienvenida en cualquier rincón del país.
Artesanía y Zocos.
En los coloridos zocos (mercados tradicionales) se encuentran alfombras tejidas a mano, cerámicas, lámparas, joyas, perfumes y cuero. Regatear es parte de la experiencia y una forma divertida de interactuar con los vendedores locales.
Recorrido realizado:
Asilah. Rabat. Casablanca. El Yadida. Marrakesh. Atlas. El Valle de las Rosas. La La Garganta del Dadés. Garganta del Todra. Ksar de Ait Ben Haddou. Merzouga. La cárcel portuguesa. Midelt. Bosque del Cedro de Gouraud. Fez y Chefchauen.
Mezquita de Hassan II, Casablanca.
Fotos de Asilah.
Fotos de gastronomía marroquí.
Fotos de las Gargantas del Dadés y del Todra.
Bosque del Cedro de Gouraud.
Fotos del Ksar de Ait Ben Haddou.
Fotos de Fez.
Fotos de Marrakesh.
Fotos Chefchauen.
Otras Fotos.