viernes, 11 de diciembre de 2015

Viaje a Etiopía, Octubre de 2015 - (1ª Parte)




Etiopía, antiguamente conocida como Abisinia, es un país situado en el Cuerno de África. Es el segundo país más poblado de África después de Nigeria. Limita al norte con Eritrea, al noreste con Yibuti, al este con Somalia, al sur con Kenia y al oeste con Sudán y Sudán del Sur.
Único caso entre los países africanos, Etiopía nunca ha sido colonizada, manteniendo su independencia durante toda la repartición de África, excepto por un periodo de cinco años (1936-1941), cuando estuvo bajo ocupación italiana.

Es también la segunda nación más antigua del mundo en adoptar el cristianismo como religión oficial después de Armenia, sin embargo, fue el primer reino en adoptar el cristianismo, siendo una monarquía de origen israelita. Además, Etiopía fue miembro de la Sociedad de Naciones, firmó la Declaración de las Naciones Unidas en 1942, fundó la sede de la ONU en África.

Al año 2015, Etiopía tiene una población estimada de 90.320.987 habitantes. La esperanza de vida es de 52,92 años. El promedio de hijos por mujer es de 6,2, una de las tasas más altas del mundo, lo cual se prevé que provoque graves problemas económicos y ambientales en el futuro. Se calcula que 980.000 personas, o el 1,25% de la población, está infectada con el virus de VIH. La población urbana alcanza solamente al 17% del total.

Mirada desde arriba, Etiopía parece un continente. Sus tierras trepan hacia el cielo, su altiplano, el mayor de toda África, toca las orillas del Mar Rojo y se extiende hasta las llanuras del Nilo Blanco. Cañones, barrancos, gargantas y montañas que se elevan hasta cuatro mil metros, rompen este inmenso altiplano. El norte es tierra de cristianos, pero en el sur, la belleza lenta del río Omo atraviesa la sabana, donde conviven diferentes pueblos y culturas. El sur de Etiopía concentra una espectacular diversidad étnica que merece, por si sola, un viaje.

Idiomas. El amhárico es la lengua principal del país, pero además se habla el ge'ez, el tigriña, el oromo, el gurage, el somalí y el árabe, aparte de otros idiomas locales. El inglés y el italiano son bastante usados también, sobre todo en los negocios, aunque el uso del italiano cada vez es más reducido.

Geografía. Tras la independencia de Eritrea, Etiopía se convirtió en un estado sin litoral. El país tiene una superficie total de 1.127.127 km², que viene a ser algo más del doble de extensión del territorio español (incluyendo las islas).

Religión. Según el censo nacional de 1994 los cristianos (ortodoxos, protestantes y católicos) representan el 61,6% de la población del país, los musulmanes el 32,8% y las creencias tradicionales el 5,6%. Una parte de Etiopía cree en el rastafari y Haile Selassie I.

A menudo la cristiandad en África es concebida como una importación europea que llegó con el colonialismo, pero este no es el caso de Etiopía. El Reino de Aksum fue una de las primeras naciones en adoptar oficialmente el cristianismo, cuando San Frumentius de Tiro convirtió al Rey Ezana durante el siglo IV. Muchos creen que el Evangelio había entrado en Etiopía incluso antes, con el oficial real descrito como bautizado por Felipe el Evangelista en la Biblia en Hechos 8:26-40. Hoy en día, la Iglesia ortodoxa etíope, es de lejos la dominante, aunque un número de iglesias protestantes han ganado terreno recientemente.

El islam en Etiopía existe desde casi la fundación de la religión; en el 615, cuando un grupo de musulmanes escapó por consejo de Mahoma de la persecución en La Meca y viajó a Etiopía, que estaba gobernada por, según las estimaciones de Mahoma, un piadoso rey cristiano. Además, la tradición islámica afirma que Bilal ibn Ribah, una de los más destacados compañeros de Mahoma, era de Etiopía.

BAHIR DAR. Situada a la orilla sur del lago Tana y a 1840 metros sobre el nivel del mar, es una de las ciudades que más rápido está creciendo en Etiopía. Desde el puerto de esta ciudad se accede por barco al conjunto de iglesias históricas y monasterios que hay en la orilla del lago. Llama la atención la multitud de colores que decoran sus paredes así como el hecho algunos de estos monasterios están prohibidos a las mujeres. Es un destino típico de descanso para los etíopes, ya que su ambiente relajado y acogedor, la hacen visita obligada.

Una visita obligada desde esta ciudad es ir a ver las CATARATAS DEL NILO AZUL. Están a una hora aproximadamente de la ciudad. Hace varios años hicieron una presa unos kilómetros arriba y ahora sólo algún día a la semana las cataratas están con su agua al 100%, por lo que hay que elegir bien el día para ir, ya que en un día normal tan solo tienen un riachuelo y no merece la pena.

 


Monasterio del lago Tana






Campana de un monasterio
El Nilo
Cataratas del Nilo Azul
Cataratas del Nilo Azul
Taburetes de piel de vaca
Puff de piel de vaca

GONDAR. Localizada al noroeste del país, Gondar se encuentra a una distancia de 748 km de Addis Abeba y a una altitud de 2.200 m. Gondar es una de las ciudades imprescindibles en una ruta por el circuito del norte.

Gondar sobresale por su conjunto histórico, cuya parte más destacada se encuentra en el centro. Declarada por la Unesco Patrimonio Histórico-Cultural, en el año 1979, Gondar es toda atracción. Su Recinto Real constituye uno de sus elementos más conocidos. Se trata de un conjunto amurallado compuesto por seis castillos del siglo XVII, interconectados entre sí por un complejo sistema de túneles y pasos elevados. Entrar entre sus elevados muros y pasear en una superficie de 70 mil metros cuadrados significa regresar al pasado. Destacan el castillo de Fasilidas, el Archivo Real, el castillo de Iyasu o una espeluznante jaula de leones.

Ubicada a unos 2.200 m., es la mejor puerta de entrada a las Simien Mountains.










Ceremonia del cafe
 







SIMIEN MOUNTAINS NATIONAL PARK. Es el parque nacional más visitado del pais. Está
El parque se sitúa en una región de clima semi-árido, con menos de 600 mm. anuales de precipitaciones, distribuidas de abril a octubre.

Aquí hice una ruta de 4 días / 3 noches por un paisaje absolutamente espectacular. La mayoría del recorrido se hace por territorios que están a una altura superior a los 2.500 metros, llegando incluso a los 4.000 en el Imet Gogo y el Mount Bwahit. A pesar de la altura el campo es frondoso y verde a diferencia de lo que pasa en España que en esas alturas sólo hay piedras y ninguna vegetación.

Su laderas sirven de ecosistema para diversas especies de animales, varias de las cuales son endémicas, tales como , la cabra walie , el zorro etiope (chacal de Simen) o el gelada, un tipo de babuino que solo sobre vive en las tierras altas etíopes y eritreas.

Se distinguen tres tipos de vegetación en función de la altitud. En el nivel inferior, entre 3000 y 3300 metros, la vegetación original de cedros y mañíos ha sido sustituida por cultivos agrícolas, salvo en las zonas más inaccesibles. El nivel intermedio, hasta 4000 metros, también está muy degradado y sólo en escasos enclaves se conservan los bosquetes originales de brezo y salvia. El nivel superior está dominado por praderas semialpinas, salpicadas de afloramientos rocosos y bosquetes de brezos gigantes, que alcanzan hasta siete metros de altura.