viernes, 11 de diciembre de 2015

Viaje a Etiopía, Octubre de 2015 - (2ª Parte)


LA DEPRESIÓN DEL DANAKIL. Situada a una media de más de 100 metros bajo el nivel del mar, la depresión es uno de los lugares más inhóspitos del planeta.

El desierto de Danakil es un desierto de África conocido por su calor extremo e inhospitalidad que está situado en la depresión de Afar, muy cerca del mar Rojo. Es la patria del pueblo afar, que son conocidos por su capacidad para soportar un calor intenso (la temperatura media es de 34 °C en el Dallol) como han acreditado viviendo en la zona desde hace cientos de años.
La principal industria del desierto de Danakil es la extracción de sal que todavía se corta a mano en losetas y se carga en camellos para su transporte, siendo habitual aún ver caravanas de camellos haciendo el lento viaje por el desierto.

Existen en la región muchos volcanes, incluyendo el Erta Ale (613 m) y el volcán Dabbahu (1442 m). El Erta Ale el lago de lava más grande del mundo comparte espacio con lagos salinos y ácidos. El punto más profundo del desierto está en la depresión de Danakil, que llega a los 100 metros por debajo del nivel del mar.

El desierto está encima de una grieta en la corteza terrestre, en una región conocida como el infierno en la tierra, una gigantesca llanura salpicada de formaciones de sal, sulferetos y azufre cuya actividad volcánica es una de las más activas en todo el mundo. Esto, unido a las altas temperaturas que pueden alcanzar los 60 °C, que hace pensar que este lugar no es apto para ser habitado.

Aquí hice una excursión de 4 días / 3 noches en la que visité el Erta Ale, el desierto del Dallol, la zona de Geyseres, el lago de sal y un pueblo Afar. El calor, tal y como se dice anteriormente es muy alta, lo que hace que el trekking al volcán sea complicado, así como la visita a los géiseres, aunque pese a ello la espectacularidad especialmente del volcán merece la visita.

Volcán Erta Ale
 
Volcán Erta Ale

 
 




 
























AXUM. Aksum está considerada la ciudad más sagrada de Etiopía, y es uno de los lugares de peregrinación más importantes del país. Las festividades religiosas más importantes son T'imk'et (Epifanía), el 7 de enero, y la fiesta de Maryam Zion a finales de noviembre.

Aksum fue la capital del Reino de Aksum, la verdadera representante de un imperio que se extendió desde el actual Yemen hasta el este de Sudán, controlando las rutas de comercio entre África y Asia.

El sitio arqueológico de Aksum fue declarado Patrimonio de la Humanidad en 1980. Los monumentos más importantes son las estelas: enormes obeliscos esculpidos con motivos arquitectónicos que marcan según los arqueólogos el emplazamiento de las tumbas de los soberanos del antiguo reino. Algunos de ellos son los mayores monolitos tallados del mundo. El más grande medía 35 metros de altura, y se cree que tenían discos metálicos a los lados.

Otros lugares de interés incluyen la iglesia de Nuestra Señora de Sion, construida en 1665. Se dice que alberga el Arca de la Alianza. En esta iglesia se coronó a los emperadores de Etiopía hasta Fasilidas (siglo XVII), y más tarde desde Yohannis IV (siglo XIX) hasta la desaparición del imperio.

También cabe destacar la estela y piedra de Ezana, escrita en sabeo, yehén y griego clásico, la tumba del rey Bazen, considerada uno de los monolitos más antiguos, el baño de la reina de Saba (en realidad un embalse), el palacio de Ta'akha Maryam, del siglo IV, el palacio de Dungur, del siglo VI, los monasterios de Abba Pentalewon y Abba Liqanos y la Leona de Gobedra, un relieve rupestre de dos metros de longitud.

En 2008 un equipo de arqueólogos alemanes encontró en la ciudad santa los restos del palacio de la legendaria reina de Saba.
 













ADDIS ABEBA. Es la capital del país con casi 3,5 millones de habitantes y de la Unión Africana. Está situada a unos 2.300 metros de altitud sobre las montañas Entono, lo que le confiere el título de ciudad más alta de África.

Addis resulta es una ciudad cuyo clima benigno, invita al paseo, aunque el paseo puede ser bastante particular: En muchas calles no hay aceras o las que hay están en mal estado, hay que tener cuidado con los ladronzuelos que copan Churchill Avenue, Piazza y los alrededores del Stadium, la contaminación es abrumadora y sobre toda es una ciudad fea; Aunque pese a todo eso merece una visita, ya sea para aproximarse al Museo Nacional, la siempre bulliciosa Piazza, las interesantes iglesias Kiddist Maryam, Kidane Mihret y Kiddist Selassie y una visita al Merkato, el mercado al aire libre más grande de África, resulta imprescindible. La ciudad es poco conocida por la mayoría de los viajeros, que suelen pasar de largo, Addis es un mundo por descubrir.

Addis Abeba, con restaurantes, hoteles y servicios de todo tipo, es una ciudad en continuo cambio, con una interesante y variopinta vida nocturna que bien vale la pena conocer de cerca. Además, por su situación, es fácil organizar una visita a las cercanas montañas Entoto (unos bosques de eucaliptus de gran popularidad) o al complejo de aguas termales Ambo. Addis es, ante todo, una ciudad que no deja indiferente al viajero.