La
gastronomía en Portugal es realmente buena y en mi última visita a Lisboa tuve
la oportunidad de repetir alguna de las especialidades de la capital lusitana:
Son
famosos los Pasteis de Nata, en la pastelería original llamados Pasteis de Belem. Aunque los hay por
todo el país, los de Lisboa, y en especial los del barrio de Belem son únicos.
El mejor lugar para probarlos y comprarlos es la Antigua Confitería de Belem, donde también los preparan para
llevar. En el centro de la ciudad el mejor lugar es la Confitería Nacional.
La
ginja es un licor que se obtiene de las
guindas y, aunque no podemos decir que es el licor más típico de Lisboa
-a diferencia de otros pueblos como Óbidos, donde sí es la bebida local por
excelencia-, sí que es una de las tradiciones del visitante pasarse por este
bar y tomarse un pequeño chupito de esta bebida- a veces con una de las guindas
utilizadas en el proceso dentro del pequeño vaso- en este pequeño local.
A
Ginjinha está situada en el Largo
de Sao Domingos, que está ubicado junto al noreste de la plaza del Rossio. Es una pequeña plaza que tiene
en frente a la Iglesia de Santo Domingo y de la que parte la rua de Portas de Santo Antao, una de las que
tiene más restaurantes turísticos en Lisboa.
El
bar A Ginjinha es diminuto, por lo que no dispone de mesas ni
prácticamente de espacio para que estén más de cuatro o cinco personas en el
local a la vez. Básicamente es una barra de menos de dos metros de ancho y un
fondo del local donde se exhiben decenas de botellas de ginja.
Lo
habitual, por tanto, es que te sirvan un chupito de ginjinha en un vaso de
plástico y lo bebas rápidamente de pie en el local o frente a la puerta.
Bacalhau à Brás. Esta es una de mis
recetas favoritas de bacalao en Portugal y al mismo tiempo es una de las recetas
más típicas de la cocina lusa. Es un plato rápido de hacer y muy popular en
casi todo el territorio portugués, siendo una de las recetas con bacalao más
famosas de la cocina portuguesa.
En
algunas partes de Portugal, este plato se encuentra escrito en los menús como
Bacalhau à Braz, con zeta, debido a que el inventor de la receta, el Senhor
Braz, escribía su apellido con esta grafía antigua. En zonas cercanas a la
frontera con España, pueden encontrarse variedades de este plato con el nombre
Bacalhau Dourado.
