martes, 20 de diciembre de 2016

Ruta de la Seda, Decimo primer relato, China Oriental (Noviembre de 2016)


Segunda parte del relato de China: China Oriental.

Ruta de la Seda, Décimo relato, China Occidental (Octubre de 2016)


Este es el décimo y último país de la Ruta de la Seda. Así mismo es el mas grande, por lo que le voy a dedicar un par de artículos, dividiéndolo en China Occidental y la Oriental.

lunes, 19 de diciembre de 2016

Ruta de la Seda, Noveno relato, Kirguistán (Octubre de 2016)




Entre China, Kazakhstan, Uzbekistán y Tajikistán se esconde Kirguistán, un país cuyo nombre es difícil de recordar pero que concentra grandes encantos en Asia Central. Su nombre proviene de “Kirguis” que significa 40 tribus y que cita los orígenes de este país.  La gran cordillera Tien Shan atraviesa el país entero dejando picos como Pobedy que son auténtico capricho para los amantes de la montaña. Kirguistán es uno de los mejores países de Asia Central para hacer treking. Cuanta con varios macizos montañosos como el Pamir y las montañas Tian Shan, además de lagos emblemáticos como el Song-Kul e Issik-kul. 

Ruta de la Seda, Octavo relato, Tayikistán (Septiembre de 2016)




Cruzar la frontera entre Uzbekistán y Kojand fue toda una experiencia, porque para ello utili el paso fronterizo de Melnikovo, un paso fronterizo sólo para peatones, por lo que ningún tipo de vehículo está autorizado a pasar. Debido a esto es un paso fronterizo muy muy poco utilizado, de hecho cuando llegué y teniendo en cuenta que está en mitad del campo, el puesto fronterizo estaba cerrado y completamente vacío. Al llegar se acercó un militar y me abrió la puerta, me hizo pasar a las oficinas donde estaba un militar que me hizo el registro de la maleta. Los puestos fronterizos uzbecos tienen la fama de ser bastante poco amigables y de hecho lo registran absolutamente todo, cuentan el dinero y chekean las fotos de la cámara y el móvil por si ven algo “prohibido” y así lo hicieron. Después de algo más de media hora, salí de allí con dirección al puesto fronterizo de Tayikistán que estaba a 100 metros, donde me sellaron el pasaporte y salí tranquilamente. En una hora aproximadamente que estuve haciendo los trámites no cruzó la frontera absolutamente nadie, aquello era un descampado en mitad del campo, donde tan solo hay algunos militares y nada más.